Estas últimas
semanas hemos leído en los Talleres de Literatura de Medina del Campo y Tordesillas
la novela de Eric-Emmanuel Schmitt: El señor
Ibrahim y las flores del Corán. Todo un alegato a la filosofía de dejar
trascurrir la vida. La lentitud frente a la continua e inquietante búsqueda de
un mundo que se nos escapa.
Una lectura rápida, de un cuento
aparente, que entraña toda una sabiduría del encuentro posible entre seres
humanos de diferentes edades, creencias, vidas.
Comienza con una rotunda frase: «A
los trece años rompí mi cerdito y me fui de putas». Luego, el discurso se torna
en una apología de la ternura y un análisis sociológico del sentido de la
existencia.
Después aparecen las calles Azules,
Paraíso de un París de los años 60 que refleja en muchos aspectos cualquier
lugar de nuestra realidad actual. Es significativa la referencia a la
simbología de las basuras y papeleras que podemos encontrar en una ciudad.
Una madre desaparecida que retorna,
un padre suicida, un hermano inexistente, un árabe que no lo es, un adolescente
que miente y crece descubriendo...
Nos gustaría saber vuestra
opinión, vuestras citas preferidas, las conclusiones de los comentarios del
libro en los diferentes grupos.
La película, cuyo cartel aparece en la fotografía, la veremos el 21 de noviembre.
Mientras, ¿qué os ha parecido el libro?
Me gustó mucho y acabé llorando, ¡tan de repente!, sin poder remediarlo, que me dejó una sensación de inesperado malestar, pero a la vez muy aliviada.
ResponderEliminarEn algún momento me ha parecido una especie de parábola, o una colección de verdades-verdaderas, o un collar de perlas filosóficas engastadas en una cuerda que une a dos personas a priori in-unibles y que la diosa Fortuna acaba soldando…
Me parece interesante cómo empieza poniendo el foco en una calle, en un barrio, en una minúscula y abigarrada tienda o en un piso oscuro, grande, vacío…y cómo poco a poco empieza a abrir el campo de visión hacia el resto del mundo…Otra de las cosas que consiguió este libro fue que subiera, por un momento, todas las persianas de casa.
Potente es la idea del viaje de iniciación para uno y de fin de trayecto para otro.
Ambos se encuentran y se necesitan.
Un bonito viaje por sentimientos…
Aquí os dejo alguna de mis citas destacadas:
“Esos dos seres modificaron sus vidas mirándose”
“Jamás he visto dos ojos riéndose de esa manera, se ríen a mandíbula batiente, aquellos ojos están armando un jaleo de mil demonios”
Hay muchas más, pero os las dejo para vuestros comentarios.
See you soon!
S¡lv!a
Es una historia preciosa y sencilla. Que todos entendemos, que a todos nos "toca". Es la VIDA. Hace que situaciones inverosímiles se tornen cotidianas. Sentimos o no sentimos. Aprendamos o no, vivir es eso. Somos lo que somos por lo que hacemos y por lo que sentimos con otros. Todo aquel que pasa por la vida de alguien deja a su paso un reguero de enseñanzas, sentimientos, recuerdos.
ResponderEliminarEsta historia está llena de sentimientos sorprendentes. Odio hacia un padre. Admiración hacia un tendero. Crecer y envejecer en esta obra van de la mano. Y la VIDA, a veces hace eso. Pone cada cosa en su lugar. Y a las personas las coloca, de manera taimada donde nunca debieron dejar de estar. Es un canto a la compleja simplicidad de la vida. Me ha encantado.
Y como a Silvia, me llamó poderosamente la atención que unos ojos pudiesen armar un jaleo de mil demonios.
Si no la habéis leído, hacedlo, os encantará.
Alex.
Me llamó la atención este párrafo: "¿Por qué no sonríes nunca Momo? Le preguntó Ibrahim. Sonreir es cosa de ricos señor Ibrahim, yo no me lo puedo permitir, quiero decir qué es lo lo que hace a la gente feliz? (...). Pues ese es tu error. Ser educado está bien pero ser amable es aún mejor.
ResponderEliminarJuan (Simancas)
Me parece interesante la clasificación que hace de las religiones por los olores de los templos.
ResponderEliminarAngelines (Simancas)
ResponderEliminarUna bonita historia; En estas 79 páginas se encierran las inquietudes de un joven que lucha por descubrir la vida, las habilidades para conseguir sus propósitos. La paciencia por aprender “Una frase por día” la admiración hacia un Árabe, que no es un Árabe y sobretodo, como cultivan “la amistad”, que logran fomentar día a día.
Esta es una de mis citas preferidas, aunque un poco larga.
Me hacía entrar en templos religiosos con los ojos tapados con un trapo para que yo adivinara, por el olor, de que religión se trataba.
Aquí huele a cirio. Esto es católico.
Sí, es San Antonio.
Aquí huele a incienso. Es ortodoxo.
Sí señor, es Santa Sofía.
Aquí huele a pies. Esto es musulmán. ¡Jo, vaya pestazo!
_ ¿Cómo? ¡Pero si es la Mezquita Azul! O sea que un sitio que huele a cuerpo no te parece bien, ¿no? Porque a ti, claro, los pies no te huelen nunca, ¿no? Un lugar de oración que huele a hombre, con hombres dentro, ¿eso te da asco? ¡Menudo señorito parisino estas hecho tú! A mí ese perfume a zapatos me da seguridad. Me recuerda que no valgo más que mi vecino. Me huelo, nos huelo. ¡Ah ya me siento mejor!
A partir de Estambul, el señor Ibrahim habló menos. Se emocionaba.
La inteligencia y conocimientos del Árabe se palpa en cada página, al igual que el respeto por todas las religiones. Es la sabiduría de vida… En el viaje que emprenden es; descubrimiento para uno y un final de la vida para otro. Toda una lección.
Un saludo Isabel.
Me ha gustado mucho como el autor con una aparente sencillez, nos adentra en las tristezas y alegrías de los personajes, como une a Moises y a Ibrahim en el viaje de la vida y la muerte y de como esa unión los marca para siempre.
ResponderEliminarSaludos
Estoy totalmente de acuerdo con Rosa, me ha encantado, sobre todo la sencillez y la calma con la que el Sr. Ibrahim le explica la vida a Momó y cómo él, a pesar de querer correr, se va empapando de esa sabiduría y encuentra su sitio en el mundo.
ResponderEliminarCómo un niño judío se convierte en árabe, cuando árabe quiere decir:"el colmado está abierto desde las ocho de la mañana hasta la medianoche, incluso los domingos"
Han sido varios los párrafos que me han gustado especialmente, aquí os dejo uno:
"-Oye, por la autopista no, Momó, por la autopista, no. Autopista quiere decir: "pase de largo, que no hay nada que ver". Es para los idiotas que quieren ir lo más rápido posible de un sitio a otro. Pero nosotros no nos dedicamos a la geometría. Nosotros viajamos. Búscame caminitos bien bonitos que me enseñen todo lo que haya que ver."
Me senté en el sofá después de cenar y me le leí, así, sin más, sin tregua, sin interrupción, de una sola pasada, solamente interrumpida para tomar unas notas: "sonreír es lo que le hace feliz a uno" ¿lo habéis probado? !es cierto!.
ResponderEliminarMargarita
Pues sonrie Margarita,sonreir todos...para que los buenos dias resulten mas buenos...para que las buenas tardes sean mas calidas...para que las buenas noches esten llenas de sueños tranquilos y...para que hasta mañana sea...me alegrare de verte.
ResponderEliminarEn cuanto al libro, a mi tambien me gusto.El camino que recorren juntos,la calma,la amistad que se va transformando en cariño...un cariño desinteresado,e interesado a la vez pues los dos se necesitaban.El final, un padre y un hijo, que sin lazos de sangre,se despiden como si su sangre fuera la misma.
Sin rencores aceptando las debilidades de su padre...y tambien aceptando a su madre disimuladamente...sin que se note...pero con una sonrisa.
MAY BESOS SONRIENTES
No he leído el libro, pero la verdad es que tras tu comentario me apetece mucho hacerlo. Me parece que me gustaría.
ResponderEliminarNo tiene nada que ver, seguro, pero por algún motivo me ha recordado a "Sostiene Pereira".
La música es maravillosa.
¡Tendré que leerlo!, aunque con tantas pistas...casi casi me le sé.
ResponderEliminarEstos dos fragmentos que me he encontrado me parecen maravillosos...
«Eso no importa -decía el señor Ibrahim-. Tu amor por ella es todo tuyo eso no te lo quita nadie. Te pertenece. Aunque lo rechace, ella no puede cambiarlo. No lo aprovechará, eso es todo. Todo aquello que des Momo, será tuyo para siempre; lo que guardes ¡estará perdido para siempre!»
«Sólo lo que das es verdaderamente tuyo».
¡Tachan!: ¡sollozo!.
ResponderEliminarLo terminé.
Me ha encantado.
Solo un apunte. En mi escrito anterior, el segundo párrafo: "Solo lo que das es verdaderamente tuyo", creo que no aparece en el libro, por lo menos no recuerdo haberlo leído.
Hola... nos ha dicho MARTA hoy que los de informatica no escribimos en este blog´,pero lo seguimos.y a mi me gusta el buen rollito que teneis y que sois muy bueno en lo de escribir cortos relatos ¡¡¡¡ el semaforo ¡¡¡¡que idea¡¡y lo de comentar los libros .BUENO PUES COMO DICEN¡¡ ZAPATERO A TUS ZATAPOS Y nosotros al PHOTOSHOP Y que cada uno haga lo que le gusta y se le da SUPER BIEN un saludo a todos y nos vemos EL SEÑOR IBRAIHIM y las flores delcoran
ResponderEliminarNosotros,hemos comenzado a leer esta sencilla y a la vez tan real y explicativa novela este trimestre en nuestro instituto.
ResponderEliminarEs una novela que te engancha desde la primera pagina hasta la ultima.En tan poco te explica tanto...Nosotros,que tenemos la misma edad que momo,nos hemos identificado en varios fragmentos y sin darnos cuenta hemos aprendido que aveces, con un simple "Tachán ¡Sonrisa!" o tomandote la vida con paciencia,con tranquilidad puedes encontar la felicidad.Esa felicidad que tanto hemos escuchado hablar y que tan poco hemos conocido por nuestra corta edad.Y es facil en esta etapa de nuestra vida sentirnos incomprendido,solos y desgraciados pero hay temas que saca esta novela que nos enseñan que tenemos mucha suerte de tener lo que tenemos y deberiamos apreciarlo.Creo que aunque sea un personaje irreal,imaginado por el autor ,Momo nos enseña mucho.Nos enseña a ser fuertes ante las situaciones malas,a seguir adelante con una sonrisa aunque hayamos fracasado,a confiar y a sonreirle a la vida,ver todo lo que nos tiene que ofrecer.
Hay algo que verdaderamente me a cautivado desde que comenzo el narrador a contarlo y es esa amistad incondiconal,esa amistad que esta por encima de las religiones y de las edades,esa amistad que surge entre Momo y el Señor Ibrahim.
Hay algo que me impacto y es ese tragico e inesperado final.Derrepente cambia todas tus espectativas de final,te cambia la idea que tenais del libro.Eso en si,tambien nos enseña,nos enseña que hay cambios inesperados en al vida,pero que por ellos no deberiamso hundirnos sino salir adelante.
Es increible como en tan poco enseña tanto,es una muy buena novela que recomiendo a todo el mundo,no importa la edad.Gran trabajo el del autor.