El próximo miércoles, día 20 de noviembre, en el
teatro de Zaratán (Valladolid), a las 19 h tendremos las I Jornadas
de Cine y Literatura de este curso. En esta ocasión se centrarán en una pequeña
exploración de las relaciones entre cine y literatura a través de Cuatro
páginas de la vida, un largo compuesto por cinco
cortos de los mejores directores norteamericanos del Hollywood clásico,
sobre relatos de uno de sus más prolíficos cuentistas: O. Henry. Además tiene la peculiaridad de que está presentado por J.
Steinbeck,
que atravesaba por esa época un momento de relaciones extrañas con el mundo del
cine.
Las Jornadas estarán presentadas por Jesús Salviejo Sánchez,
profesor de Historia y Estética del Cine del programa de educación de adultos
de la Diputación Provincial de Valladolid.
Allí nos vemos...
ResponderEliminar<< HA DE HABER <<
ResponderEliminarHa de haber un color por descubrir ,
Un juntar de palabras escondido,
Ha de haber una llave para abrir
La puerta de este muro desmedido.
Ha de haber una isla mas al sur,
Una cuerda mas tensa y resonante,
Otro mar que nade en otro azul,
Otra altura de voz que mejor cante.
Poesia tardia que no llegas
A decir la mitad de lo que sabes.
No callas,cuando puedes, ni reniegas
De este cuerpo casual en que no cabes.
Muchas gracias a todos y a todas por asistir ayer al inicio de la travesía por la obra de O. Henry. Fue un auténtico placer volver a veros y encontraros alerta, vigilantes y con los ojos y los libros abiertos.
ResponderEliminarGracias a ti, Jesús por darnos la oportunidad de disfrutar tanto a través de la mirada de las narraciones de O´Henry. Fue una tarde deliciosa, observando las claves de cómo contar y recreándonos con esos actorazos y actrices que nos conmueven sólo con una mirada o un golpe de cámara. Vente pronto a continuar la navegación por Tordesillas.
ResponderEliminar¡Ay! Irlandés, no te puedes imaginar el gusto que es asistir a esos encuentros de cine y literatura… el placer de escucharte. Cuentas anécdotas, orígenes de historias, porqués… y, a medida que tu voz va llenando el espacio, conocemos; vamos valorando la riqueza de cada imagen, comprendemos los juegos del director o del autor. Y esto nos hace dar el salto a un pedáneo superior.
ResponderEliminarPersonalmente este tipo de retratos (como los de O. Henry), más los cortos y las películas que los cuentos y las novelas, me dejan herida. Supongo que son buenos pues consiguen removerme por dentro. Desde mi desconocimiento, que es grande, tengo la sensación de que hay en ellos un sentimiento trágico de la existencia, pero sobre todo una especie de impotencia para el cambio y una aceptación de lo establecido. Su fuerza está en dejarme un amargo poso triste que tarda en abandonarme.
Nunca me reí con el gordo y el flaco ni con Chalot (a los que me han recordado los cortos que vimos ayer). De “la familia de Pascual Duarte” tarde mucho en recuperarme, de “Los santos inocentes”… bueno de esta aún no me he recuperado. Seguramente no son comparables, pero ¿por qué me dejan esta misma sensación de vaciado?
Gracias por compartir lo que sabes y hacerlo de esa forma tan entusiasta, gracias por abrir caminos neuronales. Maestro, Muchas gracias.
Ana.
Gracias Ana por tus palabras. Para mí también es un placer reencontrame contigo y con el resto de las olas de ese mar tan particular que habéis inventado. Para compensar ese sentimiento trágico de derrota que a veces transmite O´Henry, aquí os dejo el poema de Walt Whitman al que hice referencia ayer cuando decía que a este autor le importaban las historias mínimas porque tenía una fe infinita en la capacidad de los seres pequeños para alumbrar grandes gestos llenos de poesía, ingenuidad, ternura y lealtad. Dice así:
ResponderEliminar¡Oh, mi yo! ¡oh, vida! de sus preguntas que vuelven,
del desfile interminable de los desleales, de las
ciudades llenas de necios,
de mí mismo, que me reprocho siempre (pues,
¿quién es más necio que yo, ni más desleal?),
de los ojos que en vano ansían la luz, de los objetos
despreciables, de la lucha siempre renovada,
de lo malos resultados de todo, de las multitudes
afanosas y sórdidas que me rodean,
de los años vacíos e inútiles de los demás, yo
entrelazado con los demás,
la pregunta, ¡Oh, mi yo!, la pregunta triste que
vuelve - ¿qué de bueno hay en medio de estas
cosas, Oh, mi yo, Oh, vida ?
Respuesta
Que estás aquí - que existe la vida y la identidad,
que prosigue el poderoso drama, y que
puedes contribuir con un verso.
Besos y abrazos.
Y qué decir, cuando con vuestras palabras lo habéis dicho todo, y de qué manera, mi queridísima Ana?...
ResponderEliminarMuda y boquiabierta me quedo al escucharos y leeros. Qué manera de contar, de saber, de transmitir... Jesús, no podía moverme del asiento para no perder detalle y eso que me urgía...
Pues eso, gracias, gracias, gracias.
Gracias por la magnifica tarde del miércoles. No solo vimos cortos, apreciamos sentimientos, injusticias y sobre todo ternura y admiración del trabajo bien hecho.
ResponderEliminarPero lo mejor fueron tus explicaciones Jesús. Gracias por trasmitirnos tantos conocimientos; el momento de correr una cortina, el movimiento de las cámaras, la importancia de una hoja. Siempre ahondas en la parte dormida de nuestro cerebro, haciendo despertar la inquietud de saber más de ese mundo complejo y a la vez maravilloso que es el universo del cine y la televisión.
Tanto O´Henry como Walt Whitman. Me parecieron muy interesantes. Leeré “Las Uvas de la Ira” será interesante en estos momentos de tanta emigración.
Te esperamos en nuestra clase.
Un cariñoso saludo Isabel.
Muchas gracias Isabel. Las Uvas de la Ira son una excelente opción de lectura y si las acompañas con la adapctación de John Ford de 1940 mejor. Tuvieron un guionista de excepción, Nunnally Johnson, que también trabajo con Fritz Lang en La mujer del cuadro, una estupenda comedia con un Edward G. Robinson fuera de sus papeles de ganster, mostrando una vis cómica de lo mejorcito de la época. Un cariñoso saludo para ti también.
ResponderEliminarGracias Jesús, un cariñoso saludo Isabel.
ResponderEliminarNoviembre
ResponderEliminar25
DÍA CONTRA LA VIOLENCIA DOMÉSTICA
En la selva del Alto Paraná, las mariposas más lindas se salvan exhibiéndose. Despliegan sus alas negras, alegradas a pinceladas rojas o amarillas, y de flor en flor aletean sin la menor preocupación. Al cabo de miles y miles de años de experiencia, sus enemigos han aprendido que esas mariposas contienen veneno. Las arañas, las avispas, las lagartijas, las moscas y los murciélagos miran de lejos, a prudente distancia.
El 25 de noviembre de 1960, tres militantes contra la dictadura del generalísimo Trujillo fueron apaleadas y arrojadas a un abismo en la República Dominicana. Eran las hermanas Mirabal. Eran las más lindas, las llamaban mariposas.
En su memoria, en memoria de su belleza incomible, hoy es el Día mundial contra la violencia doméstica. O sea: contra la violencia de los trujillitos que ejercen la dictadura dentro de cada casa.
EDUARDO GALEANO – “Los hijos de los días”
Magnífica cita Ana. La suscribo por completo. Yo por mi parte, me limito a recordar las ideas de uno de los más avanzados pensadores del XIX, mi adorado John Stuart Mill que decía esto ya allá por 1869 en su obra La esclavitud femenina: "Creo que las relaciones sociales entre ambos sexos,-aquellas que hacen depender a un sexo del otro, en nombre de la ley,-son malas en sí mismas, y forman hoy uno de los principales obstáculos para el progreso de la humanidad; entiendo que deben sustituirse por una igualdad perfecta, sin privilegio ni poder para un sexo ni incapacidad alguna para el otro."
ResponderEliminarY ya han pasado de esta singular toma de conciencia nada menos que ciento cuarenta y cuatro años.
¿Hasta cuándo?