Comienza
el verano y acaba este curso en el que hemos tenido la suerte de contar con
navegantes excepcionales y con destacadas visitas. En el mes de noviembre nos
visitó Manu Espada, escritor salmantino y miembro del jurado de la octava
edición del Concurso Literario Villa del Duero, a quien podéis leer (si no lo
habéis hecho ya) en la I Antología del Microrrelato Español, editado por
Cátedra en una edición realizada
por Irene Andrés-Suárez. Una lectura muy recomendable para el verano.
En el mes de febrero nos visitó el escritor vallisoletano Rubén Abella, autor de uno de los primeros libros de microrrelatos premiado en España: No habría sido igual sin la lluvia, con el que obtuvo el Premio Mario Vargas LLosa NH de Relatos 2007.
Os dejamos dos
micros recogidos en este libro:
El DOMINÓ
Del dominó le
gustaba la belleza sobría del blanco y negro, las chanzas con los amigos y,
sobre todo, el sonido de las fichas al chocar contra el tablero, ese golpe
seco, decidido y un poco fanfarrón que reverberaba en los mudos caducos del
vecindario haciendo que la gente se volviera. Lo que no le gustaba tanto era lo
mucho que el juego se parecía la vida. Porque, ¿acaso existe algo más
perturbador que rastrear tus propios pasos cuando ya no hay vuelta atrás, y
descubrir que te has equivocado de camino?
NO HABRÍA SIDO
IGUAL SIN LA LLUVIA
La tormenta se
anunció con un redoble de truenos que hizo temblar los cristales del ómnibus.
Luego el cielo ennegreció, se abrió de par en par y vomitó un aguacero
apocalíptico. Los goterones cayeron con furia
sobre el techo metálico, emulando el fragor de la tronera, tapando los
agónicos esfuerzos del motor. En pocos instantes el mundo quedó oculto tras un
velo empapado y gris.
Entrando en el pueblo el chaparrón
perdió fuerza. A través de la ventanilla empañada Tina observó a la gente
buscando refugio, a los niños jugando en los charcos, a un hombre en bicicleta
con la cabeza cubierta con una bolsa de plástico. Ya en la estación vislumbró
la borrosa figura de su amante bajo un
paraguas rojo, y el cuerpo se le estremeció.
No, recuerda hoy
Tina con añoranza, no habría sido igual sin la lluvia.
DAR PASOS, DECIDIR.
ResponderEliminarEQUIVOCARSE, INCERTIDUMBRES.
LIBERTAD, RESPONSABILIDAD.
SER PERSONA. VIVIR EN ESPIRAL.
¿SOMOS LOS MISMOS ENVUELTOS EN NOVEDAD....?
RMAR
Nunca somos los mismos. Podemos girar cerca de temas que nos inquietan pero dado que sólo existe el ahora es imposible ser una misma versión de uno mismo. Mucho más cuando se navega en equipo donde tanto se aprende de las aportaciones de los demás. Una sola energía, eso sí, un mismo impulso. TMAR lo mejor de cada momento, esa es la idea.
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