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| Fuente: http//es.paperblog.com/influencia-y-actividad-de-la-otra-vida |
“Julián se
mató al caer del tejado de la obra en la que trabajaba. Tenía 50 años”.
La impotencia, la desolación, esas ganas de gritar que
alguien es culpable, que Julián no debía haber muerto porque aún era joven,
porque tenía muchos proyectos, porque tenía muchas ganas de vivir, de disfrutar
y de amar…
Y ese día fatídico, no la mala suerte como nos quieren hacer
creer, no el destino, como otros pretenden consolarnos. No, fue la injusticia
de este mundo que no pone medios para
evitar el dolor, la muerte, solo pone recursos para que todo valga, aunque con
ello se haga inevitable la muerte de jóvenes, de obreros… La muerte de
trabajadores entregados a su familia, a sus hijos, y también entregados a lo
que se les pida para poder seguir manteniendo un trabajo.
Esta muerte, este duelo por su pérdida, no puede quedar en el
olvido. Tiene que ser una voz de alarma,
un alarido de desesperación y de alerta que se escuche en los confines del
corazón de tantas personas que
están viviendo esta situación de abandono, de amenaza constante…
Una muerte inesperada, una vida truncada que se desvanecía
desde 9 metros de altura. Un cuerpo destrozado por la caída al vacío, a la
nada, para algunos al olvido.
Un cuerpo a cuerpo con la muerte, sin sujeción para evitarla,
sin red para amparar su cuerpo… ¿Hay alguien que pueda darle un sentido a este
dolor?
¿Cómo corresponderá la sociedad a esta entrega mortal? ¿Será
un número más en la lista negra? ¿Será una cifra que ocasione malestar a una
empresa que explota y atrae muerte para seguir ganando más y para que aún tengamos que agradecerle que por lo menos
tenía un trabajo?
No podemos callarnos, no podemos seguir permitiendo dar la vida por nada para que algunos sigan sumando más muertes.
No podemos callarnos, no podemos seguir permitiendo dar la vida por nada para que algunos sigan sumando más muertes.
Este dolor de su familia, seguramente también es el dolor de
muchas otras personas que sientan que una muerte injusta y sin sentido es un
dolor de todos. Es una vida que se entrega para poder seguir entregando más
vidas… No lo permitamos. Debemos juntarnos en este camino de lucha para gritar
que no sirve de nada morir si no es para salvar. En este caso y en otros
muchos, morir solo ha servido para matar muchos sueños, para quebrar otras
vidas, para terminar un camino de sentimientos, de amor y de fuerza.
Julián, has dejado mucho cariño aquí, en esta vida. También
mucha pena por tu ausencia, pero también nos has dejado un aprendizaje para
muchos: que entregarse es importante y luchar por tu familia imprescindible,
pero que la vida y la muerte van de la mano, y tu muerte alguien la podría
haber convertido en vida.
Gracias, querido amigo, compañero de mi vida. En mi corazón y
en el de muchos otros estarás presente, y cada vez que estemos en lo alto,
arriba de algún espacio, pensaremos en ti, pensaré en ti, y gritaré a los demás
para que recuerden que la muerte a veces se puede evitar…
Luchemos para que así sea.
Luchemos para que así sea.
Natividad García Hernández
Una muerte evitable y sin sentido. Una muerte que mata otras vidas. Una muerte con culpables que no pagarán su crimen...
ResponderEliminarSeguiremos en la lucha...
Besos desde el aire
Qué dolor queda al leer este escrito, Natividad, qué razón tienes, en estos momentos ¿van a quitarnos también el derecho a trabajar seguros? ¿es tanta la precariedad que vamos a consentir? No se puede permitir que por tener un trabajo haya que estar a todas y aceptar lo que sea aún a costa de vidas como la de Julián y de destrozar familias, ahora todo vale, el trabajo basura y la basura en que nos convertimos todos frente al poder, no tenemos valor, perdemos todos nuestros derechos, hasta el derecho a la vida. Ojalá la muerte de Julián no sea en vano, ojalá sea un comienzo para que vayamos despertando y luchemos porque lo que siempre hemos luchado, por una vida mejor, más digna.
ResponderEliminarYo lo veo por mis hijos. Ahora hay mucha necesidad y la gente se tiene que agarrar a lo que hay: trabajo precario, sin seguros, sin reunir las condiciones necesarias, mínimas y dignas. La gente acepta porque si ellos no lo hacen alguien vendrá después. Trabajan sábados y domingos sin cobrar horas extras. No sólo en la construcción sino en todo, gente que se baja a los pozos sin ninguna mascarilla, utilizando máquinas agrarias sin ninguna formación, conductores sin dormir durante días. Esta es la realidad. Hay que decirlo. Un texto muy bonito, Natividad.
ResponderEliminarNatividad, me uno a tu denuncia; me imagino el dolor que tienes al perder a un amigo y más cuando es en esas circunstancias.
ResponderEliminarPresiento que nos remontamos a muchos años atrás, con muchas carencias a todos los niveles.
Lo peor es; que siempre somos los mismos los paganos de todas las negligencias. D. E. P.
Un abrazo Isabel.
Siento mucho tu pérdida Nati.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me uno a tu dolor, Nati, y al de la familia de Julián. Valiente y bonito alegato.
ResponderEliminarMe ha traído muchos recuerdos que creía perdidos; yo me vi muchas veces allí subida en lo alto, haciendo funambulismo sobre una estrecha tabla y más allá el vacío esperando con los brazos abiertos; pero donde peor lo pasaba con mucha diferencia era en los tejados inclinados…muchas imágenes las tengo muy vivas todavía hoy y ya han pasado unos años.
Realmente el mundo de la obra es muy duro y peligroso y está lleno de, como yo los llamaba “pistoleros” sin escrúpulos, pero también de muchas personas, como Julián, desempeñando una labor de héroes, y lamentablemente, como le ocurrió a Él, muchos han sido los que cayeron.
Que no haya ninguna trampa mas...
Un beso
S¡lv!a
Otro amigo más,que dolor,que indiferencia al dolor,por los que tienen que remediar antes. Quien llena esos profundos vacios,los recordamos,los vemos en todos los momentos, y ese ansia de no vvolverlos a ver, quien llena esos vacíos,no lo sé pero lo único que yo deseaba, era estar con él,te acompaño en tu dolor,aunque yo todavía, no me he recuperado, de la pérdida de otro, gran amigo,las lagrimas no me dejan ver el testo, es lo único que `podemos hacer llorar y desear que esa lista no aumente más, ánimo y adelante con tu dolor.
ResponderEliminarTeresa
La vida es injusta,cuando menos te lo esperas se lleva a un ser querido,quedandote triste y vacia.Hay que sobrellevarlo lo mejor posible, la vida continua , mucho ánimo.
ResponderEliminarRosa