Hace unas semanas apareció Borges en el Taller de Escritura. De
aquella, ya lejana y entrañable tarde, os dejo algunos ejercicios que se
hicieron con la magia de lo aparentemente cotidiano, con las palabras y los
silencios. Esperamos que os gusten.
El Aleph de Ana
Melero
El aleph es el pensamiento puro; es el ojo que mira,
percibe y analiza; que con lo vivido comprende
y con lo que aprende vive.
El aleph es la mente que mira dentro de uno mismo y nos
permite comprobar que lo que hay a nuestro alrededor forma parte de un todo del
que a la vez somos parte, que nos comprende (abarca) e intentamos comprender
(entender).
EL ALEPH de Isabel Garrido
Es el lugar donde están todos los lugares del mundo, vistos desde todos los
ángulos. Donde percibes increíbles sensaciones y encuentros, soluciones a
sucesos sin resolver. Ver la cara de la madre, de la hermana, del hombre
que la maltrató y del amigo que la ayudó.
Ver el cauce del río repleto de peces de colores. Remansos de aguas
descansando sobre la arena. El barco repleto de personas pidiendo ayuda.
Puertas que se cierran y ventanas que no se abren. Personas anónimas prestando
ayuda.
En él vi la maldad, la locura, los desdenes, las distracciones, el bien y el
mal, todo en una misma imagen. Muchos ojos mirándome y muchas manos
juzgándome.
También el tiempo que pasó (la niña jugando y riendo, llorando y
pateando. El novio que me dejó, el hombre que me amó y el hijo que nunca
tuve).
El Aleph es el ojo que todo lo ve y todo lo juzga, el principio y el fin.
Es el lugar donde están todos los lugares del mundo, vistos desde todos los
ángulos. Donde percibes increíbles sensaciones y encuentros, soluciones a
sucesos sin resolver. Ver la cara de la madre, de la hermana, del hombre
que la maltrató y del amigo que la ayudó.
Ver el cauce del río repleto de peces de colores. Remansos de aguas
descansando sobre la arena. El barco repleto de personas pidiendo ayuda.
Puertas que se cierran y ventanas que no se abren. Personas anónimas prestando
ayuda.
En él vi la maldad, la locura, los desdenes, las distracciones, el bien y el
mal, todo en una misma imagen. Muchos ojos mirándome y muchas manos
juzgándome.
También el tiempo que pasó (la niña jugando y riendo, llorando y
pateando. El novio que me dejó, el hombre que me amó y el hijo que nunca
tuve).
El Aleph es el ojo que todo lo ve y todo lo juzga, el principio y el fin.
El Aleph de Alicia García
Para mí el Aleph es
el punto en el que se concentra todo. Donde todo sale y adonde todo llega. Donde todo nace y donde todo muere. Es el pasado y el futuro, el antes y el
después, el origen y el fin. Es la pequeña mirilla desde donde observo el universo
sin que el universo sepa tan siquiera que existo.
Límites
Cuando la tierra ya me llama
en el fin del horizonte
se cierra una puerta de esperanza
mano dura que somete
tiempo que arrebata
mañana es hoy
génesis se vuelve apocalipsis, lo que es ha sido
la muerte espera insensata.
J.M Rodríguez
Cuando la tierra ya me llama
en el fin del horizonte
se cierra una puerta de esperanza
mano dura que somete
tiempo que arrebata
mañana es hoy
génesis se vuelve apocalipsis, lo que es ha sido
la muerte espera insensata.
J.M Rodríguez
Límites
No supe, hasta mucho tiempo después, que aquella tarde fue la última
que pasamos juntos. Las palabras que pronunciamos se perdieron en el olvido de
aquel atardecer para no ser escuchadas nunca más.
El perfume de tu piel se confundió con el aroma del bosque y escapó a
mis sentidos.
Las miradas que nos dirigimos se fueron cegando con la distancia que
nos separó.
Nos fuimos para no volver, y el mundo se terminó en aquel instante.
Alicia García
Límites
¿Por qué la muralla de ayer hoy descubro que tiene puerta?
¿Por qué los cinco kilómetros de hoy mañana se me hacen cincuenta?
¿Por qué mañana me voy a comer el mundo y al día siguiente lo tengo sobre los hombros,
aplastándome como una hormiga en la suela del zapato?
Silvia Mancha
Límites
¿Por qué la muralla de ayer hoy descubro que tiene puerta?
¿Por qué los cinco kilómetros de hoy mañana se me hacen cincuenta?
¿Por qué mañana me voy a comer el mundo y al día siguiente lo tengo sobre los hombros,
aplastándome como una hormiga en la suela del zapato?
Silvia Mancha
Jorge Luis Borges
ResponderEliminarAl triste
Ahí está lo que fue: la terca espada
del sajón y su métrica de hierro,
los mares y las islas del destierro
del hijo de Laertes, la dorada
luna del persa y los sin fin jardines
de la filosofía y de la historia,
el oro sepulcral de la memoria
y en la sombra el olor de los jazmines.
Y nada de eso importa. El resignado
ejercicio del verso no te salva
ni las aguas del sueño ni la estrella
que en la arrasada noche olvida el alba.
Una sola mujer es tu cuidado,
igual a las demás, pero que es ella.
Límites
ResponderEliminarHay una línea de Verlaine que no volveré a recordar.
Hay una calle próxima que está vedada a mis pasos,
hay un espejo que me ha visto por última vez,
hay una puerta que he cerrado hasta el fin del mundo.
Entre los libros de mi biblioteca (estoy viéndolos)
hay alguno que ya nunca abriré.
Este verano cumpliré cincuenta años;
La muerte me desgasta, incesante.
Para el diario La Nación , Borges se plagió a sí mismo , ampliando el concepto:
Límites
De estas calles que ahondan el poniente,
una habrá (no sé cual) que he recorrido
ya por última vez, indiferente
y sin adivinarlo, sometido
a quien prefija omnipotente normas
y una secreta y rígida medida
a las sombras, los sueños y las formas
que destejan y tejan esta vida.
Si para todo hay término y hay tasa
y última vez y nunca más olvido,
¿quién nos dirá de quién, en esta casa,
sin saberlo, nos hemos despedido?
Tras el cristal ya gris la noche cesa,
y del alto de libros que nos trunca
sombra dilata por la vaga mesa,
alguno habrá que no leeremos nunca.
Hay en el Sur más de un portón gastado
con sus jarrones de manpostería
y tunas, que a mi paso está vedado
como si fuera una litografía.
Para siempre cerraste alguna puerta
y hay un espejo que te aguarda en vano;
la encrucijada te parece abierta
y la vigilia, cuadrifonte, Jano.
Hay, entre todas tus memorias, una
que se ha perdido irreparablemente;
no te verán bajar a aquella fuente
ni el blanco sol ni la amarilla luna.
No volverá tu voz a lo que el persa
dijo en su lengua de aves y de rosas,
cuando el ocaso, ante la luz, dispersa,
quieras decir inolvidables cosas.
¿Y el incesante Ródano y el lago,
todo es ayer sobre el cual hoy me inclino?
Tan perdido estará como Cartago
que con fuego y con mal borró el latino.
Creo en el alba oír un atareado
runor de multitudes que se alejan;
son lo que me ha querido y olvidado;
espacio y tiempo y Borges ya me dejan.
Borges
LÍMITES
ResponderEliminarUn límite es algo que nos define. Del mismo modo que las verjas de la casa o las paredes del apartamento definen el espacio donde habitamos, los límites emocionales son líneas importantes y necesarias. Los límites diferencian entre lo que es y lo que no es. Definen el alcance de las responsabilidades. Determinan cómo actúan los demás a nuestro alrededor y cómo debemos tratarlos.
Saludos Isabel.
Descubrir a Borges ha sido como adentrarse en el descubrimiento de una nueva dimension de nosotros mismos y de lo que nos rodea, es mirarlo todo varias veces para verlo siempre nuevo, es reflexionar sobre lo que es o tal vez no sea. Que gran regalo: nuestro propio Aleph. La música de fondo muy relajante.
ResponderEliminarMargarita
99 PULGAS- Pablo ALBO
ResponderEliminarNo son arrugas lo que aparecen en nuestra piel algunas mañanas al levantarnos.
Las sábanas nos firman para que todo el mundo sepa que durmieron con nosotros.
99 PULGAS- Pep Bruno
Breve Sueño
Soñé que soñaba que estaba durmiendo y soñaba, el vértigo concéntrico de sueños me hizo despertar sobresaltado, sólo al frotarme los ojos comprendí, angustiado, que seguía soñando.
99 PULGAS- Félix Albo
Susto
Al principio se asustó mucho, pero le duró poco. Cuando acabó de gritar cayó desplomado al suelo.
Tres Tristes Tigres
ResponderEliminarTras Tres Tristes Broges
¡Ya me equivoqué!
Vuelta a empezar
Tres Tristes...
¡Tremendo Borges!
Si no tienes Aleph,
Qué tienes?
Un Trabalenguas?
S¡lv!a
Hola a todos. Quería comentar varias cosas. Lo primero es referente a "Vidas cruzadas", la lectura, visión de la película y comentarios en diferentes momentos sobre la obra de Raymond Carver; la obra de este escritor me deja un poco fría pero gracias a Jesús y sus aportaciones, y las de los compañeros, ahora lo veo con otros ojos, aunque reconozco que no soy fans del "realismo Sucio". En cuanto a los límites, son geniales, pero no pongamos tope a nada y menos a nuestra imaginación. Para finalizar quiero poner algo sobre "El Baile":
ResponderEliminar" Cuando tenga quince años el sabor del mundo habrá cambiado"
"A Rosine le castañeteaban los dientes como si tuviera fiebre. Las once menos cuarto. Las once menos diez. El salón vacío, un relojito de pared daba unas campanadas rápidas, de timbre argentino, vivo y claro; el del comedor contestaba, insistíay, al otro lado de la calle, el reloj del frente de una iglesia, lento y grave, sonaba cada vez más fuerte según iba transcurriendo el tiempo."
Otra de límites.
ResponderEliminarLÍMITES NO GEOGRÁFICOS
¿Dónde empieza y dónde acaba la idea?
¿Qué nos llevó hasta ella?
¿En qué momento dejó de tener sentido?, si es que algo tiene sentido.
¿En qué momento el dolor deja de ser molestia y se convierte en dolor?, y cuándo deja de ser dolor, de nuevo, para desaparecer como si nunca hubiera existido.
Tal vez nada sea sino una transición hacia otra cosa, idea o sentimiento. Tal vez lo único que realmente exista sea el movimiento hacia el cambio, y nada tenga límites, porque nada sea sino tan sólo la tendencia instantánea hacia otra forma distinta.
La vida es una muerte continua. Y cada idea muerta da a luz una nueva idea.
Ana
MIEDO
ResponderEliminarMiedo de ver una patrulla policial detenerse frente a la casa.
Miedo de quedarme dormido durante la noche.
Miedo de no poder dormir.
Miedo de que el pasado regrese.
Miedo de que el presente tome vuelo.
Miedo del teléfono que suena en el silencio de la noche muerta.
Miedo a las tormentas eléctricas.
Miedo de la mujer de servicio que tiene una cicatriz en la mejilla.
Miedo a los perros aunque me digan que no muerden.
¡Miedo a la ansiedad!
Miedo a tener que identificar el cuerpo de un amigo muerto.
Miedo de quedarme sin dinero.
Miedo de tener mucho, aunque sea difícil de creer.
Miedo a los perfiles psicológicos.
Miedo a llegar tarde y de llegar antes que cualquiera.
Miedo a ver la escritura de mis hijos en la cubierta de un sobre.
Miedo a verlos morir antes que yo, y me sienta culpable.
Miedo a tener que vivir con mi madre durante su vejez, y la mía.
Miedo a la confusión.
Miedo a que este día termine con una nota triste.
Miedo a despertarme y ver que te has ido.
Miedo a no amar y miedo a no amar demasiado.
Miedo a que lo que ame sea letal para aquellos que amo.
Miedo a la muerte.
Miedo a vivir demasiado tiempo.
Miedo a la muerte.
Ya dije eso.
Raymond Carver
Mas limites
ResponderEliminarSon los limites, sin limites... los de la imaginación,
alcanzan hasta donde el mar no se termina.
Empiezan con el primer latido del corazón,
y puedes sobre volarlos una y mil veces, y siempre seran distintos.
No hay limites, no hay fronteras, todo se puede lograr,
¿Sabes porqué?
Por qué la imaginación es ¡LIBREEEE!
Por qué tu escribes el guión.
Por qué soñando, no hay limites que te puedan parar.
MAY,BESOS SONRIENTES.
He leído hace un rato este poema de W. Whiltman que Jesús ha colgado en facebook.
ResponderEliminarMuchas veces hemos citado a este poeta pero no había tenido oportunidad de compartir este texto, así que gracias a Jesús, aquí va el océano de Whiltman para todos los navegantes (marineros y naúfragos)
EN EL OCEANO, EN LOS BARCOS
En el océano, en los barcos,
cuando lo azul sin límites se extienda por todos lados,
con los vientos sibilantes y la música de las olas, las enormes olas imperiosas,
o algún navío solitario se mantenga a flote cerca de la densa marina,
donde gozoso, lleno de fe, tendiendo las blancas velas,
hienda el éter en medio del centelleo y de la espuma del día,
o bajo las innumerables estrellas de la noche,
marineros jóvenes y viejos me leerán por ventura,
reminiscencia de la tierra,
con magnífica simpatía al fin.
He aquí nuestros pensamientos, pensamientos de navegantes.
Aquí no sólo la tierra, la tierra firme, se aparece, podrán entonces decir.
El Cielo forma aquí una bóveda, sentimos bajo nuestros pies la cubierta ondulante,
sentimos la prolongada pulsación, el flujo y reflujo del movimiento infinito,
los acentos del misterio invisible, las vagas y vastas insinuaciones del mundo salobre, las fluidas silabas,
el perfume, el leve crujir del cordaje, el ritmo melancólico, la perspectiva ilimitada y el horizonte lejano e impreciso, todo esto hay aquí,
y tal es el poema del océano.
Entonces no vaciles, oh libro, cumple tu destino,
tú no eres sólo una remIniscencia de la tierra,
también tú, como un navío solitario, hiendes el éter con rumbo desconocido y,
no obstante, siempre lleno de fe.
Compañero de todos los navíos que zarpan, ¡zarpa tú!
Llévales mi amor oculto (amados marineros, para vosotros lo encierro aquí, en cada hoja);
¡prospera, libro mío! Tiende tus blancas velas, oh mi pequeña barca, sobre las imperiosas olas,
canta, hazte a la mar, lleva a través de lo azul ilimitado, a todos los mares,
esta canción mía para los marineros y todos sus navíos.