lunes, 5 de octubre de 2015

Comienzo de 'Talleres salobres'


«Te beberé el cabello
y cerraré los ojos.
Tú seguirás manando
tu cabello 
turbio de besos».
Antonio Gamoneda


Amanece una bocanada de Enero en pleno otoño, y qué bien sienta. No es que queramos que el tiempo pase veloz (como ya lo hace sin miramientos), lo que ocurre es que comenzamos nueva ruta marítima con la novela de Ángeles Sánchez Portero, que lleva por título dicho mes del año.

Enero llevará a las olas de este mar a ínsulas desconocidas, tanto en el sentido marítimo como el que hace referencia a nuestro cerebro (corteza insular), esa parte de nuestra fisiología que nos conecta con el sistema límbico, con los sentimientos y las emociones. Una novela poética que habla de los derrames de la vida en todos sus planos. Un enfoque duro enfrentado con cierto humor y una gran dosis de cercanía a todo lo cotidiano.

Durante el curso pasado ya trabajamos en los talleres con el booktrailer del libro, una magnífica pieza realizada por el escritor Fernando Vicente, con música de José del Ordi y poemas de Ana Vidal. Podéis verlo en el siguiente enlace:

Enero es un duelo, pero es mucho más que la certeza de una pérdida. No es una novela triste, es una historia de tránsitos entre mundos paralelos, una tormenta de emociones, una vida donde parece que no existe más, una confrontación entre la realidad y las formas de sentirla. Es adentrarse en un mar ignoto pese a formar parte de lo conocido.

Para quienes no conozcáis a la autora, os invito a daros una vuelta por su blog:
http://mundoenungranodearena.blogspot.com.es/

Tripulación a bordo, comenzamos un nuevo curso. Si alguien todavía no sabe dónde estamos, nos veremos el miércoles 7 de octubre en Viloria (Valladolid), el viernes 9 en Ciguñuela y el miércoles 14 en Tordesillas.

¡Os esperamos!


20 comentarios:

  1. Hola a todos
    Este año me he propuesto vencer mi timidez y publicar algunos cuentos o relatos breves.
    Para recibir críticas, que siempre ayudan a crecer y para agradecer a Marta y mis compañeras que con dedicación y amor, poco a poco me van sumergiendo en el maravilloso mar de la escritura.
    Enero
    José estaba pasando enero envuelto en música, azul de mar y olas tibias que lo arropaban y castigaban, gozosas burlando su inexperiencia.
    El sonido del whatsapp lo sacó de su modorra mañanera.
    La playa se tiñó de nieve y tormenta.
    -Papá ha muerto, vuelve pronto, leyó
    El invierno se instaló en su día.
    Eloisa Callejón
    (Taller de escritura de Ciguñuela)

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    1. Interesante la personificación de la playa..."Teñida de nieve y tormenta". Gracias por compartir.

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  2. Enero es un mes frío, demasiado frío. El enero de 2001 fue terrible, congelador, criogenizante. El 25 de enero de 2001, un mes justo después del día de Navidad, 4 días después del cumpleaños de mi hermana mayor, 3 días antes del cumpleaños de mi hermana pequeña, sonó el teléfono a primera hora de la mañana y me sacudió con su melodía. Las palabras que llegaban desde el otro lado me abofetearon y me sacaron del mundo de Morfeo. Desde entonces odio las llamadas telefónicas. Mi padre ya no preguntaría más si podía comerse un pastel y mi madre a partir de ese momento se preguntaría por qué no le permitiría ese último capricho. Lo llaman "negligencia médica". Yo lo llamo putada. Mi amigo Miguel, que es vidente, dice que mi padre me quería muchísimo.

    - Beatriz Gómez Gómez -
    (Taller de Escritura. Viloria)

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    1. Corrijo (yo misma):

      Enero es un mes frío, demasiado frío. El enero de 2001 fue terrible, congelador, criogenizante. El 25 de enero de 2001, un mes justo después del día de Navidad, 4 días después del cumpleaños de mi hermana mayor, 3 días antes del cumpleaños de mi hermana pequeña, sonó el teléfono a primera hora de la mañana y me sacudió con su melodía. Las palabras que llegaban desde el otro lado me abofetearon y me sacaron del mundo de Morfeo. Desde entonces odio las llamadas telefónicas. Mi padre ya no preguntaría más si puede comerse un pastel y mi madre a partir de ese día no dejaría de preguntarse por qué no le permitió ese último capricho. Lo llaman "negligencia médica". Yo lo llamo putada. Mi amigo Miguel, que es vidente, dice que mi padre me quería muchísimo.

      - Beatriz Gómez Gómez -
      ( Taller de Escritura. Viloria)

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    2. Hola Bea, solo veo un cambio del sustantivo momento por día.¿Hay alguna corrección más que se me escapa? Tu enero criogenizante es muy bueno. Gracias por compartir.

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    3. Sí, hay un cambio en el verbo: podía por puede, de todas formas sigo dudando cuál sería la forma correcta de decirlo. ¿Me ayudas?
      Gracias por la crítica.
      Bea.

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  3. Desde el Taller de Ciguñuela opinamos que es mejor poner los verbos en futuro,es decir:
    "mi padre no preguntará...". Mi madre, a partir de ese día, no dejará de preguntarse porque no le permitió.."
    Esperamos que te ayude.

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    1. Gracias.
      Es lo que tienen el "horario demasiado blando" y la noche.

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  4. ENERO-CAMBIO CLIMATICO
    Parecía inapropiado para un comienzo de mes de enero, que el Sol iluminara con tanta fuerza el lomo de los camellos, que peregrinaban de casa en casa cargando los deseos infantiles de millones de criaturas, que ajenas al calentamiento global, habían enviado sus mensajes a Oriente un año más.
    El regalo más solicitado era un super paraguas con convertidor catalítico, capaz de desviar la lluvia ácida que azotaba las poblaciones del planeta inmisericordemente. Pero ese 6 de enero no estrenarían su regalo. El próximo año pedirían las gafas polarizadas que ya estaban anunciando.
    Margarita Gómez. Ciguñuela

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  5. VACÍO DE ENERO
    Esa mañana Enero mutó a blanco nuclear y verde. Ella, tiritando sobre una mesa metálica invernal, miraba la luz del techo, hasta que los ojos se cerraron. Cuando despertó, estaba vacía. Un vacío falso y sugestivo ocupó su lugar. Ella le daba de comer y el vacío se iba expandiendo como una campana de Gauss. Al principio surgió de forma sutil. Ahora sólo usa pantalones de talle bajo. Cada día se sube a la báscula transparente para comprobar lo que pesa la culpa.
    S¡lv!a

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  6. Es enero y considero que el frío es intenso.
    Es enero y siento que la niebla me moja.
    Es enero y pienso que las noches son eternas.
    Es enero y decido correr bajo la lluvia.
    Es enero y recuerdo nuestro aniversario.
    Es enero y soy feliz a tu lado.
    Es enero y capto la idea del adolescente en manga corta.
    Es enero y pido otro enero.
    Es enero y lamento que en su aniversario de boda ella ya no esté.
    Es enero y río, río, río.
    Es enero y río, río, río.
    Marta
    (Taller de Tordesillas)

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  7. Queridas compañeras y Marta:
    Disculpad mi retraso , no tengo excusa, espero que todas estéis estupendas, espléndidas y con el empuje necesario para acometer el nuevo curso. Sin mas dilación, nada más que un besazo para todas hay va mi Enero.
    Enero
    Como en un colador el año iba filtrando sus días, dejando miles de posos enormes, delirantes de amor contenido, hasta que no pudieron pasar y en Enero se desbordo. Fue una avalancha, que se extendía arrasando todo, y tras el estallido nada quedo igual, todo fue desazón. Desolación en Enero.
    Tanta pasión encerrada, acumulada en gránulos gordos creó capas de sedimentos que, llevados a la descomposición, se convirtieron en mierda putrefacta que infectaba todo lo que tocaba. Esther no aguantó más.
    Fue en enero, cuando el color es uniforme, único y extenso; cuando el aire huele a alabastro y los sentimientos se vuelven marmóreos. Fue el seis de enero, cuando por fin se dio cuenta que en su vida ya no estaban Peter Pan, ni Alicia, que ya no dormía con juegos y acertijos.
    Esa madrugada despertó al mundo y fue consciente de lo que le rodeaba, descubrió a Juan durmiendo inquieto como toda las noches desde hacía un año y la cuna vacía, y es ese vacío el que vicia el ambiente. Esther abre la ventana, el viento la susurra, el precipicio la llama, tal vez campanilla habite en aquella estrella, y tiende la mano y el cuerpo al abismo porque comprende que en su mundo real ya no puede seguir viviendo; y que su alma no soportará más reproches sobre aquel fatídico accidente.
    Carmen Peña Andrés

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  8. Perdonar chicas, cometí un gravísimo error que quiero reparar sin mas dilación Ahí va mi Enero, y no "hay va mi enero". Gracias amiga invisible por hacérmelo notar. Tampoco tengo excusa se me escurrió mal de la mente

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  9. ENERO 2.

    Hace unos días pregunto la profe en clase ¿qué es para vosotras enero? ¿Cuál es vuestro enero? ¡Escribirlo!...Sin saber muy bien lo que me preguntaba y lo que yo tenía que contestar me puse a escribir sobre mi calendario de taco que cuelgo todos los años en mi cocina y al que arranco cada día una hoja, también sobre los excesos de la navidad, reflexionando sobre el paso del tiempo y los compromisos que nos marcamos en enero y que casi nunca cumplimos.
    Han pasado dieciocho días, he leído el libro ENERO (que me ha descolocado)......-Reflexiono......
    Un enero en mi vida, frio, vacio, llorando una ausencia, con deseos, esperanzas, ilusiones, queriendo cambiar este enero por otro enero.
    Me pregunto...¿Será esto lo que la profe quería que sacara de mi interior?...Un enero adormilado, olvidado...
    Marifí (Taller Tordesillas)

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  10. OTRO ENERO

    Uno de enero, un año más cojo mi calendario de taco que cuelgo en la cocina, un año más acaricio las hojas moviéndolas con ilusión y esperanza.- Un año más me digo en voz alta, que me deparara este año, cuanto de bueno y cuanto de malo.
    Día tras día voy arrancando las hojas y alguna vez recuerdo lo que dije el día uno de enero.
    Esto es lo primero que hago cada año el uno de enero, pero enero es algo mas, comienza un año y e s un año más en mi vida y también un año menos de vida.
    Enero, continua la navidad, esa navidad que disfruto y que estoy deseando que termine por que siempre lo he dicho desde el segundo año de casada “que tendrá que ver que el Niño Jesús naciera en un pesebre para que comamos más que ningún día y que las mujeres trabajemos como burras”..
    Enero, se terminan las vacaciones y la vida de todos vuelve a la normalidad.
    Los días son más largos poco a poco, ya lo dice el refrán “por los reyes lo conocen hasta los bueyes”.
    Enero, el primer mes del año.
    Enero un mes que marca un comienzo, un cambio en el que queremos mejorar lo que no nos gusta, hacemos proyectos que se quedan por el camino.
    No olvidemos que cuando termina enero ...comienza febrero...un mes...
    Marifí (Taller Tordesillas)


    Escrito en clase el día 30-



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  11. ENERO
    Es ENERO; En el jardín solo hay soledad, tristeza, colores pardos y escarcha. La escarcha lo enmudece, lo silencia y lo petrifica.
    Caramelos gigantes amenazan con desplomarse del tejado si no deja de llover. Y llueve…Y llueve, como solo lo hace en ENERO.
    Pero a ella no le importa, ni le incomoda, está en su nube. La misma que no permite que se mojen y se desintegren sus recuerdos…
    Pero tiene miedo…
    Miedo a no abrazar.
    Miedo a no sonreír.
    Miedo a la soledad.
    Miedo a no tener a quien amar en Navidad…
    Lo peor de ENERO es que da paso a febrero y no hay marcha atrás. A ella se le han secado los manantiales. Aquellos que avivaban la fuerza, su pertinacia y testarudez. La lluvia le acompaña en su cortejo, las hojas bailan al compás del viento, aplausos vacios anuncian la llegada. Los arboles se dan la mano indicándole la entrada. La tierra se abre como un libro. Y la engulle, y la engulle con cuidado, ¡pero sin piedad!
    Ella ya no tiene miedo, ni le preocupa ENERO, ni la Navidad…
    Isabel (Taller de Tordesillas)

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  12. ENERO
    Es enero dentro de mi cuerpo. Hace tiempo que es enero. El viento helado de la soledad se cuela por las rendijas de mi piel. El aguanieve de tu ausencia atraviesa los poros de mi casa, ahonda en mí.
    Me ajusto la ropa, me encojo, me pego al radiador. Nada sirve. El frío es como un veneno que se ha extendido dentro de mí, paralizando mis pensamientos en una imagen. Tu imagen. Tu pequeño cuerpo atrapado sin vida. Congelada la culpa en la ratonera.

    Acabo de empezar a leer “Enero” de Ángeles Sánchez Portero, apenas he leído 25 páginas durante el café del desayuno y sí, ya me he arrepentido de mi enero. ¡Pero es lo que hay! Y pienso, para justificarme, mi ratón es como el prospecto del medicamento, un cambio de dirección del pensamiento cuando el camino inicial provoca un sufrimiento inasumible.

    ¡Qué forma de escribir! ¡Cómo traslada los sentimientos a lo físico! ¡Cómo eleva lo normal, lo que está en la media del comportamiento del ser humano, a extremo, cuando se concreta en una persona! Me atrapa en sus frases cortadas por puntos, cada una de ellas un fotograma que sobrepasa las tres dimensiones.

    Ana. Velliza

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  13. El jefe

    Mi fracaso crece torvo y vengativo. Busco apaciguarlo contemplando una paloma acurrucada en el alfeizar de la ventana. Es un enero inhóspito. Del otro lado de la calle, más torres de cemento con sus luceras variopintas con gentes qué, seguramente, contendrán otras historias, tal vez, muy parecidas a la mía.
    Aquí dentro está la tibieza creada, el poder y el precio de ascender escalafones.
    Ernesto tiene un rostro griego donde, tal vez, Eros dejó su aliento. Disfruta de un gesto despectivo; como si estuviera continuamente curioseando el aire. Ese mohín le brinda un aspecto de hombre distinguido, merecedor de obediencia.
    Camina erguido, con pasos calculados, lentos y breves; pese a tener sus piernas curiosamente largas. Cuándo ríe, sacude su largo talle en olas, pero sus ojos siguen allí, en sus cuencas, fríos y lejanos. Asusta. Sus labios se mueven casi siempre en monosílabos cortantes. Exaspera. Imposible intentar conocerle a través de su palabras en una conversación.
    Sus ojos resaltan, atraen como un imán, quieren descubrir cosas que los demás ocultan. Es un don que le sirve para desarrollar su doblez. Solo busca con ello poder humillar, manipular sucesos, sentimientos.
    Un día me descuidé y descubrió en mi sonrisa irónica, que no podía engañarme. Y sus manos quedaron abiertas y rígidas de sorpresa. Tendré que aprender a disimular esto, a poner ojos crédulos.
    Sus manos con el pendular de cada uno de sus dedos, lo delatan; son las que hablan, las que contradicen sus palabras y expresan sus verdaderas intenciones, sus verdaderos sentimientos.
    Ellas tienen un lenguaje mudo y sincero que puedo interpretar. Así fui conociendo su verdadera personalidad.
    Creo que somos muy parecidos. Y eso puede complicar mi plan.
    Hoy le regalé una rosa granate, como mi jersey, y le dije que trate de quererla. Hizo una leve ola de gusto. Ni siquiera hubo pasmo en sus manos. Solo vanidad.
    Ernesto es mi jefe. Ese puesto me lo merecía yo. Voy a conquistarlo, soy más joven y deseable, lograré que me ame y luego lo destruiré. Se lo merece. Será un reto para mí conseguirlo y ese plan hace que vibre de placer.
    Cristina Laguia
    (Taller de escritura Ciguñuela)

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  14. Apariencia

    Cada mañana, cuando se miraba en el espejo, Shaila se apresuraba a lavarse la cara, vestirse y ponerse el velo que sólo dejaba ver sus ojos, dos zafiros negros, dos piedras preciosas en un vertedero de ácido y maldad.
    Una amiga le contó que en España había excelentes cirujanos plásticos.
    Le costó escaparse, Julia la ayudó. Una noche cuando Emir respondía al cóctel de somníferos que ambas pusieron en el zumo, se fueron..
    Ahora, cuando pasea por la Gran Via y se mira de soslayo en algún escaparate, ve un árbol desolado, sin raíces ni frutos, pero cuando se acerca más, distingue, en algunos brotes, un rostro que timidamente va despertando a una nueva vida.

    Eloísa Callejón Fernández
    Taller de Ciguñuela


    ticos.

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  15. Esta ciudad está dedicada a Ángeles Sánchez Portero y su "Enero"

    San Enero
    Prepararse para viajar a San Enero requiere, al menos, de once meses. Hemos de aclimatar nuestro cuerpo y mente para poder soportar este duro viaje. San Enero se oculta entre nieblas frías en todas y en ninguna parte. La brújula pierde el norte pues San Enero no está en ningún punto geográfico. Cuando llegas a él, te encuentras rodeado de edificaciones construidas con preguntas sin respuestas, con balconadas acristaladas de lágrimas y porterías abiertas y desangeladas. Los habitantes de San Enero se alimentan con antidepresivos y tazones de café con leche muy caliente, que no consiguen derretir sus helados y encogidos cuerpecitos. Sus vestimentas, negros y largos abrigos de noches sin estrellas, se arrastran por las calles asfaltadas de sueños rotos.

    Se dice que si transitas por San Enero más de treinta y un días corres el riesgo de quedarte varado en él para siempre.

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