En
ocasiones, caminamos por la misma calle en la que lo hemos hecho toda la vida e,
inesperadamente, hay un encuentro ¿fortuito? Puede ser que cerraron algún lugar
histórico y a raíz de esto comienza a funcionar la bomba del recuerdo, o
simplemente que miramos hacia la izquierda cuando siempre lo habíamos hecho
hacia delante.
Una imagen,
un sonido de alguien que está tocando, una mirada a un desconocido, una
inscripción en una pared, un quiebre en los adoquines del suelo. En definitiva,
algo que nos transporta desde el testigo que somos de nuestra vida al
narrador. Del existir al ser. No sabemos por qué se han juntado las
circunstancias, aunque obviamente las hemos llamado sin saberlo. Tal vez vengan
porque siempre han estado, y todo era cuestión de tiempo.
El
pasado 14 de febrero, tuvimos la suerte de tener una jornada literaria con tres
grandes escritores: Miguel Baquero, Manuel Rebollar y Ernesto Ortega.
Manuel
Rebollar nos dejó un rastro de intervalos y maneras creativas de construir,
además de un regalo sorprendente del que no habló en su exposición. Se trata de
una novela que ha escrito a lo largo de los años y que podéis leer en estos
enlaces:
Su
novela: Mortaja, el pueblo maldito,
compartida en un blog como una forma diferente de exponer lo narrado.
Por su
parte, Miguel Baquero nos anunció la reedición de su libro A esto llevan los
excesos. Memorias de un bloguero, y nos
dejó ejemplares de su libro La vida de Martín Pijo, que actualmente estamos
leyendo en los talleres de escritura creativa.
Muchos
de vosotros no conocíais a estos escritores, pero estaban. Ahora
tenemos la oportunidad de seguir indagando en sus ficciones y oficios. Este
será nuestro trabajo en este segundo trimestre de curso, porque no sabemos si es
el azar o la vida lo que nos ha llevado a mirar por los resquicios que
encontramos, y porque hay que atravesar las puertas y aprender todo lo que
encierran las oportunidades.
No solo
es la escucha activa, sino cuestionarse qué hacemos con lo que nos cuentan. Hay
mucho que aprender y se abren caminos. De momento, sirva este espacio para
comentar vuestras impresiones del libro de Miguel Baquero que ya está en
vuestras manos. Hagamos un foro de debate sobre vuestras impresiones de esta
lectura interesante y con el tiempo seguiremos transitando esta cinta o
escalera de Moebius, destripando la novela de Manuel Rebollar o los relatos
de Ernesto Ortega.
Un trío
de ases, sin duda, al que agradecemos, como ya lo hemos hecho en muchos espacios,
sus aportaciones y generosidad. Si hemos tenido la suerte de conocer su obra,
es el momento ahora del esfuerzo, del trabajo para sumergirnos en estos mares
de posibilidades.
Así pues,
empecemos: ¿Qué os sugiere la lectura de la novela de Miguel Baquero, La vida de Martín Pijo?
Me gusta su ironía al contar muchos momentos en los que vi reflejada también mi vida, su extensísimo vocabulario, la cantidad de adjetivos que existen y que él utiliza sin caer en lo recargado. Mientras lo leía, consiguió hacerme sonreír en varias ocasiones. MAY C.V
ResponderEliminarEl jersey colgado de los hombros para ir a la discoteca Caifas y colgado de la cintura para ir a Zappin. Martin, un héroe urbano que se da de bruces una y otra vez con la vida, con su vida y con la de los demás. Una remembranza de un pasado reciente y de un presente, que vivimos a través de los guiños que sabiamente Miguel Baquero introduce en esta novela, que se disfruta desde las primeras líneas. Encontraremos a Martin… ¿en la boca del metro? y su música acompañara nuestro viaje por la vida.
ResponderEliminarMargarita, Taller de Ciguñuela
Antes de dejar mis impresiones sobre el libro quiero remarcar que hice una lectura muy rápida y quizás no he sacado todo lo que el libro tiene.
ResponderEliminarEn líneas generales, el libro me ha gustado, creo que tiene una divertida retranca.
La parte con la que mas me reí fue la relacionada con el sindicalista, cuando en sus mítines, acaba la gente dándose la mano.
La parte que menos me gustó fue la relacionada con su vecina.
Y la parte que mas me sorprendió fue la relacionada con la obra. Si bien es cierto que conozco a alguien al que le pasó lo mismo, es decir, le dieron un toque por "trabajar", pero desde luego no fue en el ámbito de la obra, donde no me encaja mucho, si no en otro entorno muy diferente.
S¡lv!a
Hola Olas de espuma,
ResponderEliminarEstoy deseando leer “La vida de Martín pijo” de MIGUEL BAQUERO, así que porfi porfi… alguien que ya lo haya leído que lo lleve mañana al taller, o que se lo dé a Marta para que lo pase.
Mientras tanto, un comentario de “Seda” de ALESSANDRO BARICCO, que es el que toca en el club de lectura.
Me ha encantado “Seda”. Me parece un poema por la forma de contar la historia, es táctil, sonoro, musical, leve… A veces me daba la sensación de estar ante el aleteo de una mariposa visto a cámara lenta, como en los documentales, en los que puedes apreciar el más leve cambio en las ondas de aire.
He elegido un párrafo (el viaje de ida a Japón) que se repite a lo largo de la novela porque es como un conjunto de versos repetidos en el poema, mismos verso con un toque cada uno diferente que marca el transcurso del tiempo.
“Puesto que Baldabiou lo había decidido, Hervé Joncour partió de nuevo para Japón el primer día de octubre. Cruzó la frontera francesa cerca de Metz, atravesó Württemberg y Baviera, entró en Austria, alcanzó en tren Viena y Budapest para luego proseguir hasta Kiev. Recorrió a caballo dos mil kilómetros de estepa rusa, superó los Urales, entró en Siberia, viajó por cuarenta días hasta encontrar el lago Bajkal, que la gente del lugar llamaba: el demonio. Remontó el curso del río Amur, caboteando la frontera china hasta el océano, y cuando llegó al océano se detuvo en el puerto de Sabirk por once días, hasta que un barco de contrabandistas holandeses lo llevó a Cabo Teraya, sobre la costa oeste del Japón. A pie, recorriendo caminos secundarios, atravesó las provincias de Ishikawa, Toyama y Niigata, entró en la de Fukushima y alcanzó la ciudad de Shirakawa, la rodeó por el lado este y esperó dos días a un hombre vestido de negro que lo vendó y lo llevó...”
Saludos.
SEDA de Alessandro Baricco
ResponderEliminarUna historia magníficamente contada. Dice tanto en tan pocas palabras... Sencillez, armonía, deber, constancia.
El juego de la imaginación, el amor por una mujer, que nunca podrá tener...
La importancia de las dos mujeres, en un mundo de hombres.
Una carta sublime,llena de placer y sensualidad, en la que la SEDA forma parte del juego amoroso, y a la vez el medio de vida de un pueblo.
Como cuenta Ana, un largo recorrido para buscar la SEDA y llegar el primer domingo de abril -justo a tiempo para la misa mayor-llegó a las puertas de Lavilledieu. Vio a su mujer que corría a su encuentro, y notó el perfume de su piel cuando la abrazó y el terciopelo de su voz cuando le dijo
-Has vuelto,
Dulcemente
-Has vuelto.
Un saludo Isabel.
Miguel Baquero VIDA DE MARTÍN PIJO
ResponderEliminarMiguel Baquero nos cuenta muchos TRATADOS, en cada uno desgrana diferentes historias, que bien pensado, nos podrían ocurrir a cada uno de nosotros, a lo largo de la vida.
La lucha constante con; lo que me han dicho que haga, lo que debo hacer, lo que los demás esperan que haga y lo que realmente quiero hacer yo.
Nos pone en situaciones incomodas, a las que llega por medios inescrutables, en otras realmente comprometidas, divertidas, o tratadas con cierto sarcasmo.
Así es Miguel Baquero, Un contador de historias, donde describe el descenso social de un antihéroe, colocando los adjetivos como nadie, los tópicos, las virtudes, la educación, todo ello, contado con palabras amenas y sencillas. Os animo a leerlo merece la pena.
Un saludo Isabel.
¡Conseguí la novela de MIGUEL BAQUERO!
ResponderEliminarYa sé que me puse un poco pesada para poder tener en las manos el ansiado tesoro, pero mereció la pena. Y ahora que la he leído os la recomiendo.
“La vida de Martín Pijo” podría ser una novela picaresca, aunque el protagonista no es precisamente el pícaro; o una novela de caballerías del siglo XX, Martín de Alzuera y Velascón es un poco Quijote y, en sus aventuras, por mucho que se empeñe en hacerlas las cosas a derecho, siempre sale trasquilado; también la podríamos clasificar como costumbrista, en la que se van reflejando los distintos estamentos sociales: el clero y su hipocresía, el ejército que desgasta vidas inútilmente; la clase alta ahora con sus disfraces de demócratas; los sindicatos y la patronal aprendiendo el juego de la negociación… todos y cada uno intentando pillar cacho, y, en medio de ellos, un protagonista que se toma las palabras al pie de la letra, por lo que no sólo no termina de adaptarse, sino que poco a poco va siendo despojando de todo lo que pose; porque la sociedad es así: se rige por el fingimiento, la falsedad, la apariencia, el engaño… no por los ideales aprendidos y/o enseñados.
“La vida de Martín Pijo” es el juego de un experto de la lengua que, con el estilo de las novelas de caballería, va enfrentando los principios inculcados por la educación con la realidad; lo que provoca continuamente situaciones cómicas, más divertidas aún por la forma inteligente en que están contadas; a veces caricaturiza, a veces satiriza, siempre con un gran sentido del humor (confieso que me he reído y que le he puesto cara a su ilustrísima). El lenguaje no tiene desperdicio, choca con lo normal pero deja un regusto muy agradable.
“La vida de Martín Pijo”, en cualquier caso, no deja de ser una crítica social.
Saludos Salados.
He elegido un párrafo de la novela, supongo que porque tiene que ver con la escritura, es sólo el comienzo de una de las desventuras de Martín.
ResponderEliminar<< Cómo viera yo que, en este caso concreto, mi editor tenía razón, me propuse cumplir con su consejo. Enterado de que, por aquella época, había dos bandos poéticos en disputa, bajé un tanto el tono de mi lírica y compuse un sentido canto a la trucha que principiaba así:
Trucha que te desenvuelves
En el agua transparente,
Aunque a veces baje turbia
Por lo guarra que es la gente…
Por los cuales versos fui adscrito al que llamaban “grupo de la estulticia”, que estaba en contraposición con otro al que denominaban “grupo del estrambote”, uno de cuyos miembros, curiosamente, también había pergeñado una oda trucheril, que comenzaba de este modo:
Oh trucha, pez teleósteo,
Con el cuerpo fusiforme,
Abundas en muchos ríos:
Por citar uno, el río Tormes…
Como puede verse, había notables diferencias en la forma, pero sobre todo en la calidad de ambos poemas. Su ilustrísima juzgará…>>
“La vida de Martín Pijo” de MIGUEL BAQUERO
Yo, por supuesto, me uniría al "grupo del estrambote", mucho más intensos y profundos sus versos; me provocan una punza en el estómago y... unas ganas de comer (esto va a ser hambre, como si lo viera).
A propósito de "La Vida de Martín Pijo" de Miguel Baquero, decir que es un libro muy divertido y a medida que avanza el libro lo es cada vez más, porque es increible la poca picardía del personaje. Lo anacrónico del lenguaje hace que la novela tenga ese toque absurdo, crítico y humorístico. Muy recomendable.
ResponderEliminar"La Vida de Martín Pijo" de Miguel Baquero es una novela muy divertida,y a medida que avanza lo es cada vez más. Lo anácrónico del lenguaje junto a la poca picardía del protagonista consiguen que la novela sea una crítica con mucho humor. Muy recomendable.
ResponderEliminar" SEDA"
ResponderEliminarMaravillosa historia: delicada, suave, insinuante, exótica, un lujo para todos los sentidos.
Me quedo con esos labios que se buscan y se hacen beso en el borde de una taza de té.
Con la dulzura y el amor de la voz de la esposa en contraposición al deseo que provoca el silencio y el misterio de la palabra escrita e incomprensible. El mundo real que permite el tacto y el mundo de las fantasias que crea el deseo.
Relato envuelto en poesía, del mismo modo que es la seda lo que envuelve al gusano- mariposa.
Preciosas metáforas revolotean a lo largo de la historia. Una historia con un poso de tristeza...el dolor de añorar lo que no fue.
Una obra de arte!