De Faulkner son estas palabras:
«Comienza con un personaje, y una vez que se pare sobre sus pies, lo único que puedes hacer es trotar tras de
él con un lápiz y un papel, intentando estar lo más cerca posible para seguir
observando lo que hace».
En las clases online hablamos
de los tipos de personajes y de las diferentes formas de presentarlos en nuestros
relatos, evitando, como hacemos los escritores/as principiantes,
describirlos en lugar de mostrarlos imbricados en la acción.
También hablamos de la «teoría
de la fisura», de George Simenon, y de la importancia de imaginar nuestros
personajes a partir de sus defectos, porque todo personaje jugoso en una
narración tiene que mostrar diferentes facetas y ser poliédrico. Los personajes
repletos de bondad o, por el contrario, absolutamente perversos solo nos sirven
para las series infantiles; pero si queremos que nuestro personaje sea
recordado necesitaremos alguien o algo con diferentes caras o aristas.
En esta entrada imaginaremos una ruta para estos personajes que vamos a crear, partiendo de alguna de las que
proponen sus autores L. Swaaij y Jean Klare en el Atlas del mundo de las vivencias.
Bienvenidos a esta geografía emocional de un mundo que tal vez no exista o, al contrario, sea el que a partir de ahora tengamos que transitar. Un mundo sin fronteras, pasaportes ni fases de desescalada.
Bienvenidos a esta geografía emocional de un mundo que tal vez no exista o, al contrario, sea el que a partir de ahora tengamos que transitar. Un mundo sin fronteras, pasaportes ni fases de desescalada.
¡ Las dificultades de ser escritor!
ResponderEliminarMi lápiz comenzó a escribir sobre la página en blanco... Era una tarde de ésas dulces tenebrosas, y Pedro salió de su guarida en busca de comida, cogió su arma y empezó la misión.
Atravesó el Valle de la Tranquilidad y se introdujo en los bosques oscuros del Miedo y la Negatividad. Allí, en lo más profundo, se encontró con uno de sus mayores enemigos "la Soberbia", pero gracias a las Montañas de la Humildad y Humanidad, logró salir de allí. Se introdujo en la Región del Amor, conoció a los habitantes de Besos y Abrazos.
Navegó el Río de la Esperanza que le llevase a alcanzar su anhelo más buscado, el Monte de la Felicidad.
- ¿porqué me llevas por ésta senda?, ¡prefiero ir por los Picos Pardos, o la Senda de la Locura !
- ¡Yo te he creado, y lo he decidido así!
- ¡Pues abandono ésta historia, y, lo que es peor, a tí!
- ¡Esto es lo más increíble que le puede pasar a un escritor, que se le revele su propio personaje!
Obligado por la situación, me tocó pasar página, y crear una nueva historia, cuidando muy mucho, que mi nueva protagonista estuviera contenta y a gusto.
¡Se llamará Julieta!
Mar de posibilidades.
ResponderEliminarAquel verano de "coronavirus" nació en una playa, que los humanos tenían prohibido frecuentar por culpa de otra cuarentena. Lo que para las personas fue un contratiempo, para ella fue su tabla de salvación. No era una tortuga cualquiera era una carey y estaban punto de extinguirse.
En aquella playa del mar de las posibilidades eclosionaron miles de huevos. Ella emprendió su futuro con paso decidido al mar, sin saber de sus progenitores, el instinto le dictaba que tenía que sumergirse rápido si quería sobrevivir, así lo hizo llego al mar y sintió que volaba, eso creía, al fin y al cabo era una tortuga (por mucho pedigrí que tubiera) no sabía que en realidad nadaba. Tenia que sumergirse para que no la cazarán porque aparte de los depredadores naturales, tenía otros, que la querían porque cotizaba en el mercado negro, por su valioso caparazón. Emprendió su vuelo a las profundidades abisales y allí se quedó. Cuentan que al cabo de los años la vieron desovar en la playa Alegría.
Rosa Vicente. Viloria.
MAPA MUNDO
ResponderEliminarCONTINÚA LA HISTORIA DE JUAN
Han pasado tres años desde que Juan encontró el paquete. La vida siguió su curso llenándola de cambios. Terminó con Lara, ella quiso quedarse con el dinero y él no lo consintió.
Hace un año acabó la carrera y dentro de él comenzó un viaje interior del que partió con la esperanza de cumplir sus sueños. Sabía que tenía suficiente autoconfianza para conseguirlo. Había cometido un error, dejarse convencer por su padre para trabajar en el negocio familiar.
Los intentos que hace para modernizar la empresa son cortados por el padre y eso a Juan le duele porque ha puesto en ella el dinero de la recompensa por los billetes que encontró. Eran falsos, pero gracias a las huellas dactilares consiguieron detener a la red de falsificadores-
Surgen negociaciones entre el padre y el hijo que rompen el orden de la familia y cambian los sentimientos y la moral de Juan al tiempo que pierde los sueños y la paciencia.
Con una depresión y gran pesimismo no llega a su evolución interior que tanto deseaba y busca su libertad de forma equivocada...
(Se quita la vida)
Marifi.