sábado, 10 de diciembre de 2011

En equipo


Cartel elaborado por Rosa Martínez Famelgo
Como sabéis, en este mar trabajamos en equipo. En los grupos de literatura trabajamos las obras que se proponen; en los de inglés se traducen algunos de los textos y los grupos de informática elaboran el material de divulgación de las actividades.

En esta ocasión os dejamos una de las propuestas gráficas, que ha salido del grupo de photoshop, para recordaros a todos que el próximo miércoles os esperamos en Tordesillas, en la I Jornada de Cine y Literatura, que tendrá lugar en el salón de actos del ayuntamiento a las 17.30.


Cartel elaborado por María José Rodríguez de la Cruz
Será interesante contrastar opiniones sobre el texto de Tennessee Williams y su adaptación al mundo cinematográfico.

De esta película, La gata sobre el tejado de zinc caliente, tan conocida por la mayoría de navegantes, se ha dicho lo siguiente:

«La grandeza de esta obra está en ser una reminiscencia de la grandeza de la tragedia griega en el sur de Estados Unidos, un cruce de pasiones y emociones, de odios, asco, ambición, dominio y posesión…». Eduardo Haro-Teclen.

Cartel elaborado por María Rosa Rojo




El drama, orquestado por Paul Newman y Elisabeth Taylor como protagonistas principales, incluye un reparto de excelentes personajes secundarios, que desvelan la trampa artificial que sostiene la institución familiar, como un hilo pendiente de cualquier acontecimiento que abra la caja de pandora.

Os esperamos el miércoles. Gracias a todas las olas que contribuís con vuestro trabajo y vuestros interesantes comentarios a que la navegación sea siempre un placer y podamos encontrar nuevas rutas submarinas.

sábado, 3 de diciembre de 2011

'La gata sobre el tejado'

El próximo 14 de diciembre tendremos la primera de las Jornadas de Cine y Literatura programadas para este curso. En esta ocasión la película será La gata sobre el tejado de zinc caliente, basada en la obra de teatro del estadounidense Thomas Lanier Williams III, más conocido por el seudónimo Tennessee Williams.
Aunque la mayoría tenemos en mente alguna de sus obras porque muchas fueron llevadas al cine con gran éxito, es menos conocido que su creación comenzó cuando, a los siete años, le fue diagnosticada la difteria. Durante dos años casi no pudo hacer nada; pero entonces, su madre decidió que no le iba a permitir perder el tiempo. Lo animó a que usara su imaginación y, cuando tenía trece años, le dio una máquina de escribir.

Fue el comienzo de una extensa producción, fundamentalmente como dramaturgo, creador de obras tan conocidas como Un tranvía llamado deseo o La noche de la iguana que, como en el caso que nos ocupa, fueron llevadas al cine.
Fue menos conocido en su faceta de poeta. Aquí os dejamos una muestra de su experimentación en este género.


APAGAR EL VELADOR

Apagar el velador
es un acto a cuya eventual necesidad me rindo,
con reticencia cada vez mayor,
y que demoro leyendo más allá de mi límite
de concentración algún artículo o relato,
tomándome otra copa de jerez Dry Sack, poniendo
la píldora para dormir en un lugar donde pueda localizarla
con facilidad en la oscuridad, por si la tableta preliminar
de Valium no bastara
Porque, verás, a los sesentaicinco,
renunciar a la conciencia para dormir
implica, usualmente, un dejo de aprensión nerviosa,
porque tal vez no vuelva a revivir. Sin embargo,
a veces sospecho que hay en esto
un cierto placer escondido: también un dejo
de fascinación oculta en la rendición…

martes, 22 de noviembre de 2011

Microficción y géneros narrativos



El próximo día 30 de noviembre, a las 18 h, en el salón de actos del ayuntamiento de Tordesillas, tendremos el placer de contar con la presencia del escritor Manuel Sánchez Vicente, más conocido como Manu Espada, autor de libros de relatos como El desguace (2007) y Fuera de temario (2010).


Zoom (2011), su primer libro de microrrelatos, que nos presentará en esta ocasión, es un gusto para los sentidos. Una lectura para recrearnos en su mundo mágico y lleno de matices, con una mirada milimétrica, captada con la óptica macro de la cámara fotográfica que es la visión única del autor.

Manu Espada cuenta también con un blog en el que podemos deleitarnos con sus historias imposibles y plagadas de dosis de realidad. Podéis visitarlo aquí.


Un pequeño avance:

La librería

Nemesio entra en la biblioteca movido por la curiosidad. Dentro hay un revuelo impresionante. No cabe ni un alma más. Un hombre de barba blanca firma su obra a una cola de fans. Nemesio se coloca frente a una pila de libros viejos. Todos son distintos. El lomo de los ejemplares está gastado por el paso de los años, aunque aún brillan restos de pan de oro en algunas de las letras. Coge un ejemplar muy delgado. Es increíble, pero en la cubierta aparecen su nombre y apellidos. Lo abre al azar por la página setenta y ocho, y, como de costumbre, comienza a leer en voz baja: «Nemesio entra en la biblioteca movido por la curiosidad. Dentro hay un revuelo impresionante. No cabe ni un alma. Un hombre de barba blanca firma su obra a una cola de fans. Nemesio se coloca frente a una pila de libros viejos. Todos son distintos. El lomo de los ejemplares está gastado por el paso de los años, aunque aún brillan restos de pan de oro en algunas de las letras. Coge un ejemplar muy delgado. Es increíble, pero en la cubierta aparecen su nombre y apellidos. Lo abre al azar por la página setenta y ocho, y, como de costumbre, comienza a leer en voz baja. Asustado por lo que está leyendo, cierra el libro de sopetón». Nemesio mira alrededor. Todo parece en calma, unos hacen cola esperando su autógrafo del escritor barbudo y otros rebuscan en las estanterías, pero ocurre algo extraño. Todos los libros que tienen los fans de la cola son distintos, y en el lomo de cada uno de ellos aparece un nombre propio diferente. Nemesio vuelve a abrir su libro y lee varias frases más: «Nemesio mira alrededor. Todo parece en calma, unos hacen cola esperando su autógrafo del escritor barbudo y otros rebuscan en las estanterías, pero ocurre algo extraño. Todos los libros que tienen los fans de la cola son distintos, y en el lomo de cada uno de ellos aparece un nombre propio diferente. Nemesio vuelve a abrir su libro y lee varias frases más. Llegados a este punto se le cae de las manos». Nemesio cierra los ojos, llena sus pulmones y recoge el libro del suelo. Saca un mechero y lo quema delante de todo el mundo. Desconcertado, sale de la biblioteca, cruza la carretera y, con el encendedor aún en la mano, camina lentamente hacia la gasolinera, hacia el infierno. 


Buscando a Manu Espada en el interior de Zoom

Entré en Zoom siguiendo el camino de baldosas amarillas, esperando que mis encuentros con sus letras me llevasen a un viaje alucinante.

El primer encuentro fue en el árbol genealógico, donde el cartógrafo, afectado el pobre hombre de una melomanía galopante, me hizo dar marcha atrás y visitar a el farero y la sirena, quienes me cautivaron con su historia de amor y soledad. El ratoncito Pérez me llevó de su mano hasta la próxima parada en este mundo extraño. En la tasca Pepe me tomé un refrigerio mientras observaba a las extrañas criaturas que, sentadas alrededor de una mesa, jugaban a el juego del ahorcado, y las coristas, disfrazadas de princesas, mantenían un diálogo no verbal con el estudiante de lenguas.

Salí de la tasca en un estado de ruina de espíritu, que dejó mi conciencia en jaque mate. La repartidora de folletos de la esquina me encaminó hacia el manicomio, dada mi expresión de estar en suicidio creativo.

Caminé sin rumbo por las páginas, saltando de los cuentos a una tragicomedia en dos actos y pasando por un viajecito al siglo XXX, que me dejó en la orilla de la eternidad. Tuve que pararme: necesitaba pensar y descansar la vista. Había tanto en lo que pensar…

Comí y guardé media naranja para el hombre gris, esperando que su historia me transportara hacia los límites de mi corazón roto, pero no encontré el camino. A la puerta de los juzgados, unos tahures, de parecidos razonables, me dieron cobertura hasta dejarme en manos de el coleccionista de esquelas, quien, con una paciencia infinita y usando un monólogo de una nariz de payaso y retazos de la eternidad, sin pausa para la publicidad, se despidió de mí con un mapache azul como única compañía.

Abrí la caja de las mariposas, donde encontré el mapa del monasterio, que me devolvió a mi realidad y al encuentro de la vida familiar, que dejé olvidada al adentrarme en este país de Zoom en busca de Manu Espada.

Rosa M.

Os esperamos.


martes, 15 de noviembre de 2011

Melancolía

La palabra « Melancolía» se ha utilizado en innumerables textos narrativos y poéticos a lo largo de la literatura. Etimológicamente viene de griego clásico μέλας "negro" y χολή "bilis" y tiene una cadencia fonética que casi nos arrastra a la orilla del mar.
En el diccionario existe una respuesta concreta: Tristeza vaga, profunda, sosegada y permanente, nacida de causas físicas o morales, que hace que no encuentre quien la padece gusto ni diversión en nada.

Pero la película de la que hoy os hablamos va más allá de tristezas, habla de intuiciones y de superaciones, del sentido de la vida y de la muerte, del fin del mundo.
Decidimos traer a estas olas este comentario del film, porque pensamos que tanto de su lectura como la contemplación de la imagen que recuerda aquella “Novia en el agua” de Waterhouse uno de los prerafaleistas que tuvimos la suerte de ver en la Tate Modern en aquel viaje a Londres, podréis escribir un montón de relatos para leer en los talleres de escritura.

Esperamos que os guste.

«Decir que Melancholia es la mejor película que se haya hecho sobre el fin del mundo sería hacer honor a la verdad, pero podría también dar el mensaje equivocado. En la cinta de Lars von Trier, un planeta llamado Melancholia se estrella contra la Tierra, acabando con la vida en ella, pero a diferencia de los típicos filmes sobre la destrucción del mundo, aquí no hay héroes ni posibilidad alguna de salvación.

La película tiene como protagonista a Justine (Kirsten Dunst), una muchacha que sufre una depresión severa, pero que parece repuesta el día de su boda con Michael (Alexander Skarsgård), celebrada en la enorme mansión de su cuñado (Kiefer Sutherland).
Al principio todo discurre con normalidad, pero poco a poco se van dibujando la profunda tristeza de Justine y el perfil de los personajes de su familia, no todos ellos precisamente agradables: un padre medio tonto (John Hurt), una madre que parece odiar a la especie humana (Charlotte Rampling), un jefe perverso (Stellan Skarsgård), entre otros.

Durante la fiesta, Justine observa en el cielo una extraña estrella que resulta ser un planeta que, tras permanecer escondido detrás el Sol, ahora va rumbo a la Tierra. Inexplicablemente, se descubre que la melancolía de la protagonista proviene de percibir cercano el fin del mundo y de la certeza que tiene de que después de la muerte no hay nada.
Pero es justamente en el contraste y la relación entre Justine y su hermana Claire donde la película brilla con más fuerza. Interpretada por una genial Charlotte Gainsbourg, Claire se ha echado al hombro la tarea de mantener viva a su hermana y apagar los incendios de su conducta errática, además de ser la mediadora en los conflictos familiares.
Pero si bien Von Trier emplea la película para tratar su propia oscuridad —el director ha sido víctima de un problema severo de depresión—, encuentra la forma de redimir a la golpeada Justine: es ella quien al final alivia la desesperación de su hermana ante la certeza del final, la que provee la calma y el control que hasta entonces parecían huirle.

Cierto: Melancholia es una película sobre el fin del mundo. Pero la genialidad de Lars von Trier está en que no necesita salir de los pocos personajes con los que se queda la historia —ni de la mansión y los campos de golf donde esta se desarrolla— para retratar la angustia esencial de la certeza de la muerte. Y en este logro hay que destacar la atmófera que brindan la obertura del Tristán e Isolda de Wagner y el ruido incesante de la segunda mitad de la cinta, que crece a medida que Melancholia se va acercando a la Tierra.
Por este papel, Kirsten Dunst fue elegida la mejor actriz del último Festival de Cine de Cannes, en el que Von Trier tuvo el desatino de bromear con que "entendía a Hitler". Esperemos que esté trabajando en afinar sus discursos, porque es probable que tenga que dar alguno la noche de los Oscar.»

Ahora sólo queda ir a verla y escuchar vuestras opiniones…

miércoles, 26 de octubre de 2011

Rubén en el río

Hace poco tiempo hablamos del escritor Rubén Abella por su buen hacer en el libro de microrrelatos 'Los Ojos de los Peces' (editorial Menoscuarto), que desde aquí seguimos recomendando por la concentración de buenas ideas, precisión del lenguaje, efectos sorpresa y tramas paradójicas que ponen alerta al lector ante la incertidumbre de si todo es realmente lo que parece.
Una coctelera de breves textos, bien amalgamados y no exentos de narratividad.
El próximo viernes día 28 de octubre presenta en la librería Oletum de Valladolid, a las 19:30 hrs, su tercera novela “Baruc en el río” que gira alrededor de una trama familiar, porque como el propio escritor ha comentado:
En el mismo artículo señala el escritor, que todo empezó con un idea que comienza a inquietarle al hacer unos largos en una piscina vallisoletana hace tres años. ¿Será el agua que envuelve palabras? o ¿Será la lucidez que nos da sumergirnos en ella como evasión del ajetreo diario, la que nos permite reencontrarnos con nuestra propia piel, nuestra propia historia?.
Desde este agua os animamos a leer la historia que el viernes nos presentarán en Oletvm. Os esperamos.

domingo, 16 de octubre de 2011

Canadá, el País de las Maravillas


"La vida de la gente es suficientemente interesante si tú consigues captarla tal cual es, monótona, sencilla, increíble, insondable".
Alice Munro

Alicia en el País de las Maravillas se convirtió en escritora canadiense de apellido Munro. Con su tesón y su curiosidad indagó en el entorno natural de Ontario y Vancouver donde reside y se atrevió a revivir los pormenores de un objeto vulgar o de una planta o del plumaje de un pájaro o de transmitir el tono de una voz y las singularidades del habla de alguien, legándonos un sinfín de relatos que la dieron el título de la Chejov canadiense.

A diferencia de la de las maravillas no re recreó en mundos imaginarios sino que sus personajes parecen tan comunes que no siempre dejan ver a primera vista la grandeza del la historia que encierran.

Con una aparente sencillez y excelente técnica narrativa, aquella Alice que todos veían como una ama de casa dedicada cien por cien al cuidado de sus hijas y ajena a los mundos literarios, nos sumerge en sus doce libros de relatos en la violencia más brutal, el amor más irreal, la generosidad, el perdón, la traición, la supervivencia, los destinos más rocambolescos pero perfectamente creíbles, la ambición, el deseo.

Escribe como protagonista y como observadora de las rutinas humanas, donde aparentemente no pasa nada y que esconden los pormenores de los pensamientos más ocultos de todos aquellos que sentimos y pensamos y en raras ocasiones nos atrevemos a desvelar.
Son relatos íntimos y prosaicos, llenos de poesía y de dureza, de sorpresa y de inesperados o inexistentes finales que nos acercan a una literatura que atrapa irremediablemente.
En el club de lectura Mar de Incertidumbres estamos leyendo “El amor de una mujer generosa” uno de sus muchos libros de relatos pero desde aquí os animamos a que leáis “Demasiada Felicidad” o uno de sus más famosos volúmenes “Escapada” que encierran historias que seguro que os tocarán algún resorte complicado de traducir en palabras.

Al leer a Munro es como si uno se convirtiera en el Gato de Cheshire de la otra Alicia. El que puede desaparecer gradualmente hasta que no queda nada más que su amplia sonrisa, la que nos deja su lectura, siendo no siempre una sonrisa de felicidad sino de admiración por el ingenio o la duda-incertidumbre por la lectura oculta que seguro que tiene el mismo texto al volver a él.

Desde los doce años la mente fantasiosa de Alice Munro la permitió crearse una existencia paralela a la que se esperaba de ella, consiguió sobreponerse a un destino común y regalarnos la grandeza de sus palabras. En el año 2011 es finalista al Premio Príncipe de Asturias de las letras y casi con seguridad cuando leáis esto seguirá escribiendo.

Desde aquí os animamos a que atraveséis el espejo por el que pasó Alicia y descubráis lo que encontró allí, (“Through the Looking-Glass, and What Alice Found There”), así podréis descubrir las “Maravillas” que la canadiense propone.


martes, 4 de octubre de 2011

Botadura

Fotografía: "Mares de Luna". Autor: Jesús Salviejo.
Dicen los entendidos en náutica que de todas las formas de botar un barco el lanzamiento lateral (dejándolo caer desde los alto del dique hacia la superficie, donde se balancea levantando una gran masa de agua) es el más espectacular, pero a la vez, una vez que se suelta el barco ya no hay vuelta atrás.
Como nos gustan las olas y aún a riesgo de que el principio de Arquímedes nos hunda, nos proponemos que este comienzo de curso contemple propuestas diferentes que nos hagan jugar con el lenguaje e indagar en nuevas rutas.
Es por ello que comenzamos el Taller de Escritura el próximo día 5 de octubre a las 18,00h en el CTEA de Tordesillas con la visita del escritor y técnico de educación y cultura Jesús Salviejo quien nos presentará la carta náutica del proyecto Fronteras de Sal II, con el que colaboraremos. Paralelamente bucearemos en las sugerencias diseñadas para este primer trimestre del curso (microficción, jornadas de cine y literatura, club de lectura). Una carta náutica a la que nos lanzamos desde lo alto del dique para que el mar estalle y el programa de incertidumbres se enriquezca.
Podíamos volver a las tablas de náufrago e ir acomodándonos al otoño lentamente, con la suavidad con la que mecen las olas, pero el camino recorrido nos impulsa, vuestro trabajo nos alienta, y el mar espera. Así que prestad atención porque botamos el barco este miércoles y os esperamos.


Para que tengáis una pequeña representación a escala de las aguas navegables, os adelantamos que en este primer trimestre el escritor Rubén Abella nos invita a la presentación de su última novela “Baruc en el río” el viernes 28 de octubre en la librería Oletum en Valladolid. Por otra parte en el mes de noviembre nos visitará el escritor Manu Espada para ofrecernos su visión de la microficción y todas sus posibilidades.

Mientras todo ello llega id preparando vuestras brújulas, ballestilla, astrolabio y cuadrante porque el lanzamiento lateral será este próximo miércoles.